jueves, 24 de mayo de 2012

Collage de palabras


No sé qué contarte y no puedo fumar, pero lo hago.
Es típico que cuando quieres que la gente te hable y te cuente cosas, no lo haga.  O que cuando hable, no diga nada. Todo se planea, todo se mide y, el tiempo ¿Qué? Se calle. El señor del bastón ha vuelto a salir a la calle a dar su paseo. Lo hace lentamente, arrastra los pies buscando el final de la calle, su meta. ¿Cuál es tu meta? Yo me quiero quedar aquí escribiendo. Una chica canta. El collage de las palabras.

 Nos vemos, adiós. Hasta pronto. Sin burbujas. Pero con gas, y ganas. No quiero más, estoy harta. Mareo. Desorganización, no entiendo nada. ¿Qué día es hoy? 23. Juntos. Toso. Sobre. Breve, muy breve, pero intenso. Mejor. Estar en medio, seduciendo. 23.  Suenan las campanas, son las 12. 12 y 23. Personas haciendo de otras personas.  Tú no has hecho nada y te quedas plasmada, boquiabierta.  La que canta ríe. Y la que llora sonríe. No quiero ir. No soy de horarios, soy de mercados. Fan de ti. 


Escrito entre clase y clase por: Alba Cebrián, Alba García, Núria Ishii y una servidora.

miércoles, 18 de abril de 2012

Se puede decir tanto en tan poco...

"Me senté en la pared baja de cemento de un aparcamiento de Hollywood y me preparé los sándwiches sobre una tabla que encontré en el suelo y que limpié a conciencia para extender encima la mostaza. Mientras me afanaba en esta absurda tarea las potentes luces Kleig de un estreno de Hollywood hendían el cielo -aquel cielo susurrante de la Costa Oeste-. A mi alrededor se oían los ruidos de la loca y dorada ciudad costera. Y ahí quedaba mi carrera en Hollywood: aquélla era mi última noche en Hollywood, y lo que hacía era extender mostaza en la tabla que tenía sobre los muslos, en la parte trasera de los retretes de un aparcamiento".

Jack Kerouac 
En la carretera



miércoles, 11 de abril de 2012

Ell

Ordena les sabates. Prepara les molles de pa per als ocells del matí següent. Es despulla i s’observa a través del mirall. Fa estiraments encara despullat; sempre li fa mal l’esquena. Es posa els calçotets més vells. S’estira al matalàs; fa molt soroll. El cel està buit i hi ha un gat a la teulada. Es col·loca un coixí entre les cames. Es canta una cançó. I s’acaricia les pestanyes. Sent fer l’amor. Està deprimit perquè des de fa molt de temps a la prestatgeria rovellada del lavabo només hi ha un raspall de dents i el llit on intenta dormir  és de matrimoni.

domingo, 1 de abril de 2012

Em desperto. Obro els ulls. Estem sols a la carretera. El sol encara no ha marxat i il·lumina lleument el paisatge pla: prats,  petits turonets i al fons arbrets que semblen de miniatura. Al costat del sol hi ha una fila de molins que giren i el cel tan sols té petites línies i pinzellades blanques que volen semblar núvols. Això és el millor de viatjar en autobús. El sol ja s'amaga i ho acaricia tot. El viatger de davant meu s'ho ha perdut tot, té la cortina posada. No sé si els alemanys em deixaran continuar dormint. Vaig a intentar-ho. Em tapo.


Me despierto. Abro los ojos. Estamos solos en la carretera. El sol aún no se ha ido e ilumina levemente el paisaje: prados, pequeños montículos y al fondo árboles que parecen de miniatura. Junto al sol hay una fila de molinos que giran y el cielo tan sólo tiene pequeñas líneas y pinceladas blancas que quieren parecer nubes. Esto es lo mejor de viajar en autobús. El sol se esconde y lo acaricia todo. El viajero de delante se lo ha perdido todo, tiene la cortina puesta. No sé si los alemanes me dejarán seguir durmiendo. Voy a intentarlo. Me tapo.










jueves, 22 de marzo de 2012

Pre-primavera

Estaba a punto de empezar la primavera. El viento agitaba su melena con fuerza y le descolocaba el foulard. Empezaban también los diluvios nocturnos y las primeras flores sobrevivían al temporal y parecían estalactitas. Esas inesperadas lluvias nocturnas atacaban a su subconsciente y sus pensamientos vagabundeaban por parajes oscuros, así que cogía el ron. Bebía hasta que la tristeza hacía la voltereta en el jardín.

viernes, 13 de enero de 2012

Hi ha persones que són màquines de nostàlgia sense el botó "off"





I al poble on viu la noia de la faldilla.....


Eren molt pocs els que s’hi dedicaven i deien que eren una mica estranys. Entraven a treballar a la una i mitja de la matinada a un gran taller. La curiositat no era que dormissin de dia  ni que treballessin amb poques persones. El que els diferenciava de tu i de mi és que treballaven amb màquines especials: màquines de nostàlgia, i que el seu cervell no parava de recordar, i de crear pensaments i sentiments. L’ofici consistia en transformar allò en records i nostàlgia per després empaquetar-ho i quan sortís el sol, apropar-ho a les cases i deixar que entrés per les finestres de la gent del poble.
Les llàgrimes començaven a caure quan s’engegava la música. Cadascú anava a la seva. Quan acabaven de plorar-ho tot es feia el silenci...